Un buen día, los maestros u orientadores de la escuela infantil llaman a los padres, comentándoles que desean reunirse con ellos para tratar unas actitudes extrañas en su hijo. Les enumeran una serie de hitos comportamientos que deberían tener y no tienen, y otros que tienen y no deberían tener, para finalizar con una conclusión demoledora: trastorno del espectro autista.
Este relato es cada vez más frecuente en las escuelas infantiles de 3 a 5 años, e incluso en las de 0 a 3 años, especialmente entre los chicos, y trae consigo importantes consecuencias: una etiqueta para toda la vida, sesiones de estimulación temprana, pedagogía terapéutica, visitas médicas, tests de personalidad (y juicio constante de la actitud del niño), etc. Por no hablar de lo devastador que resulta para la familia.
En EEUU, la Encuesta Nacional de Salud ha revelado que un 40% de los niños a los que diagnosticaron autismo ya no pueden ser diagnosticados como tales a los 18 años. Teniendo en cuenta que el autismo es permanente, que no «se quita» con terapia, se puede deducir que estos niños recibieron un diagnóstico incorrecto.
El diagnóstico precoz muchas veces tiene un grave peligro: los signos de inmadurez propios de la edad pueden confundirse fácilmente con los síntomas característicos del autismo.
Si tu hijo/a ha sido diagnosticado con un trastorno del espectro autista, especialmente si es de carácter leve (también llamado de alto funcionamiento), pero algo no te encaja, busca una segunda opinión. El espectro autista cada vez es más amplio, y los criterios para incluir o no en él a los niños son cada vez más flexibles, además de que el diagnóstico es altamente subjetivo y depende del profesional que nos toque.
Muchas veces no hay que hacer nada más que dejarlos crecer y madurar a su ritmo hasta alcanzar los hitos que hoy nos preocupan.
En este blog iremos desarrollando todos los argumentos anteriores, a través de experiencias personales y estudios científicos, sin negar la existencia del autismo, pero denunciando el sobrediagnóstico y el sufrimiento innecesario que causa a las familias.
También ofreceremos recursos, enlaces de interés y apoyo a las familias que quieran optar por dejar crecer a sus hijos.
Muchas gracias por tu trabajo! Me sirve mucho de ayuda en estos momentos difíciles. No sé cómo los que dicen llamarse profesionales no ven más allá de un diagnóstico.
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