El niño más terrible del mundo

La historia de Eduardo nos habla de lo que influye en los niños lo que los adultos pensemos de ellos y los mensajes que les transmitamos. Es un gran ejemplo de lo que se da en llamar la «profecía autocumplida» y alerta del gran peligro de poner etiquetas a los niños:

Eduardo, el niño más terrible del mundo

El niño más terrible del mundoEduardo era un niño como otro cualquiera, pero algunas veces pegaba patadas a las cosas. “Eduardo eres un niño muy bruto, eres el niño más bruto del mundo” le decían, y Eduardo se volvía cada día más y más bruto. Eduardo hacía mucho ruido, abusaba de los niños más pequeños, se metía con los animales, no ordenaba su habitación y continuamente le repetían: Eduardo eres un niño cruel, abusón, desordenado, sucio… y Eduardo se volvía día a día más cruel, abusón, desordenado, sucio… hasta que le dijeron que era EL NIÑO MÁS TERRIBLE DEL MUNDO. Así pasaron semanas… Sigue leyendo