Ahora que se aproxima el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, es muy probable que estemos siendo bombardeados con los típicos cuadros genéricos de síntomas que animan a padres y madres a preocuparse si ven cualquier mínimo atisbo de lo que podría ser un Trastorno del Espectro Autista (TEA). Sin embargo, si existe un trastorno de este tipo, lo normal es que no haya que buscar síntomas con lupa; éstos ya se harán evidentes para todo el mundo sin que se les busque, y los primeros en darse cuenta serán los propios padres.
En cualquier caso, si ya nos han llegado estos gráficos y tenemos dudas, debemos tener en cuenta las señales que nos indican que nuestro hijo muy probablemente NO tiene autismo, pese a que parezca tener algunos síntomas leves. Principalmente, por encima de que presente síntomas, debemos fijarnos en 4 aspectos fundamentales:
1. Tiene menos de 4 años. El autismo no se puede diagnosticar con fiabilidad en edades tempranas. Los signos de inmadurez pueden confundirse fácilmente con síntomas de autismo. Muchas familias comienzan a preocuparse Sigue leyendo