Pues yo creo que mi hijo no tiene autismo ni TDAH, ¿vivo en negación?

Imaginemos por un momento que estamos en un hospital, a la espera de unas pruebas médicas de gran importancia. La doctora nos recibe en su consulta con semblante serio y, lamentablemente, nos dice que padecemos una grave enfermedad, al tiempo que nos enseña y explica los resultados de las pruebas. Indudablemente, si no queremos aceptarlo, se puede decir que estamos en negación; es decir, que nos negamos a aceptar la veracidad de un hecho real y constatable porque nos resulta muy duro de asumir.

Imaginemos ahora que estamos en el mismo hospital, a la espera de las mismas pruebas médicas. Nos recibe la misma doctora, en la misma consulta, con el mismo semblante serio. Sin embargo, en esta ocasión, las pruebas objetivas han salido bien. No han detectado nada anormal. Con todo, la doctora nos dice que, por ciertos rasgos de nuestro comportamiento, por nuestros hábitos de vida, o por una subida puntual de algún valor en las analíticas, tiene la impresión de que padecemos la misma enfermedad grave. ¿Estaríamos en negación en este caso? Sigue leyendo

Los diagnósticos psiquiátricos de los niños deberían escribirse siempre a lápiz

Artículo original publicado en Huffington Post el 31 de octubre de 2016
por el Dr. Allen Frances, Catedrático Emérito de la
Universidad de Duke y miembro del consejo redactor de la 4ª edición del
Manual Diagnóstico y Estadísico de las Enfermedades Mentales (DSM-IV)

allen-frances2Las tres modas más peligrosas en el diagnóstico psiquiátrico durante los últimos 20 años han afectado a los niños. Las tasas de Trastorno de Déficit de Atención (TDAH) se han triplicado y las tasas de autismo y trastorno bipolar se han visto increíblemente multiplicadas por 40 (https://www.psychologytoday.com/blog/dsm5-in-distress/201006/psychiatric-fads-and-overdiagnosis).

Poderosos factores externos han contribuido en gran medida a esta proliferación de etiquetas erróneas en los niños. En el caso del TDAH y el trastorno bipolar infantil, las compañías farmacéuticas han vendido la enfermedad de forma engañosa y agresiva para «colocar» sus caras y rentables pastillas. Su estrategia de marketing se basaba en la cínica asunción de que iniciar a un niño en el consumo de pastillas de forma temprana puede convertirlo en un cliente para toda la vida.

La explosión del autismo resultó de la combinación de dos factores: la introducción en el DSM-IV de una forma mucho más leve de autismo (Asperger) y la asociación demasiado cercana de los diagnósticos a la posibilidad de recibir refuerzos educativos. Los diagnósticos psiquiátricos desarrollados con fines clínicos son inapropiados como porteros para el acceso a la asignación de recursos educativos. Las decisiones educativas deberían basarse en las necesidades educativas de los niños, evaluadas por los educadores, empleando herramientas educativas. Sigue leyendo

Los niños con diagnósticos erróneos de autismo llegan a ser iguales a sus compañeros… ¡y hasta más extrovertidos!

057-estudio-autismo-evolucion-optimaUn nuevo estudio científico ha confirmado el sobrediagnóstico de autismo tras estudiar a un grupo de niños de los llamados de «evolución óptima», es decir, que han evolucionado de forma tan favorable que los rasgos de autismo han desaparecido. Este concepto de «evolución óptima», que ha empezado a sonar en los últimos años, ya en sí mismo y por su sola existencia supone un indicador claro del flagrante sobrediagnóstico de los trastornos del espectro autista (TEA), dado que, según la definición clásica de Kanner, el autismo es un trastorno permanente e incurable. El concepto de evolución óptima ha hecho a muchos profesionales (empecinados en que los diagnósticos iniciales estaban bien hechos) plantearse la posibilidad de que el autismo se puede curar, y, por tanto, ha dado vía libre a los charlatanes y curanderos de medio pelo que afirman haber descubierto tratamientos «mágicos» para el autismo, como alertan expertos como Barry Prizant.

¿Se pueden perder todos los síntomas de autismo?

La pregunta que muchos investigadores se hacen es si, para empezar, existe la evolución óptima en el autismo; es decir, si realmente hay niños diagnosticados que llegan a perder los síntomas de tal manera que se puede considerar que ya no tienen el trastorno, o si les queda algún rasgo residual o casi imperceptible. A la luz de los estudios realizados hasta ahora, parece que sí hay niños que pierden todos sus presuntos síntomas de autismo. Sigue leyendo

¿Tener mala letra es síntoma de autismo o TDAH?

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Tu hijo, que ha tardado en comenzar a hablar y en llegar a otros hitos madurativos, comienza ahora a escribir, y también le cuesta. Además de que comienza a escribir letras más tarde de lo esperado (¡cómo no!), cuando la escritura llega, lo hace con letras inmensas y un trazo poco preciso. Va pasando el tiempo y la letra poco a poco disminuye de tamaño, pero sigue siendo relativamente grande, y, además, poco legible; sobre todo, las letras que exigen mucha precisión, como las que tienen «rabitos» pequeños (o, r, b, v…) o las que sólo se diferencian en el tamaño de alguno de sus trazos (e-l, p-n…). En los últimos tiempos, comienza a estar bien establecido que esta «mala letra» es un síntoma más de Trastornos del Espectro Autista (TEA) o del Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad (TDAH), lo que sirve de reafirmación para quienes en su día aseguraron haber detectado un trastorno en el pequeño, o como un argumento más para quienes desean colocar una determinada etiqueta a un niño. Sin embargo, ¿se debe la mala caligrafía a un trastorno neurológico? ¿O quizá está relacionada con otros factores? Sigue leyendo

Al aceptar una dudosa etiqueta de autismo, los problemas no desaparecen, sólo se transforman

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Un día me presentaron a la madre de un niño diagnosticado de autismo leve con estas palabras: «Es una luchadora, no sabes todo lo que ha tenido que pelear». En ese momento, yo me preguntaba internamente por qué, si ya tenía un diagnóstico de autismo. En mi inocencia, me había creído todo lo que me contaban las orientadoras y maestras de infantil, que me aseguraban que una evaluación psicopedagógica y posterior diagnóstico abrían todas las puertas a una enseñanza individualizada y todo tipo de recursos pedagógicos, que aseguran la mejor de las atenciones y una óptima evolución dentro del entorno escolar.

Ni me imaginaba lo equivocada que estaba.

La aceptación de una evaluación y posterior diagnóstico dentro del espectro autista, lejos de lo que nos vende el «marketing» de las personas interesadas en que lo autoricemos, hace que comience una batalla mucho más dura, si cabe, que la que libraríamos para defender a nuestro hijo de una cuestionable etiqueta. He aquí algunas de las dificultades a las que han de hacer frente las familias de niños y jóvenes diagnosticados con un trastorno del espectro autista (TEA): Sigue leyendo

¿En qué consisten los tratamientos de atención temprana?

052 abaA muchas familias se les apremia a aceptar un diagnóstico de autismo para su hijo, con el fin de acceder a servicios de atención temprana. En el entorno escolar, se «vende» la atención temprana como «lo mejor para el niño», y se suele presionar a las familias afirmando que, de no intervenir, el niño puede estar cada vez más y más lejos, descolgarse del nivel de sus compañeros, repetir curso y otros terribles peligros, de tal modo que las sesiones de atención temprana quedan como única tabla de salvación para los niños con algún tipo de retraso madurativo. Sin embargo, nadie tiene muy claro en qué consisten esas sesiones de atención temprana. ¿Qué se hace en ellas? ¿Cómo tratan a nuestros hijos? ¿Son realmente tan eficaces? ¿Tengo alguna alternativa?

ABA e IBI: Conductismo puro y duro

En el entorno escolar, la atención temprana se materializa generalmente en Sigue leyendo

¿Por qué es fácil que un niño que tarda en hablar acabe con un diagnóstico equivocado o un tratamiento innecesario?

051 sobrediagnosticoTu hijo pasa los 2 años y no habla, o apenas dice algunas palabras. Inmediatamente, todas las alarmas se disparan. ¿Le pasará algo? ¿Tiene algún problema? ¿Será un signo de poca inteligencia? ¿Necesita tratamiento? ¿Lo llevamos a logopedia para que le enseñen a hablar? En estos casos, la (lógica) preocupación de padres, cuidadores y profesores puede, no obstante, traer consecuencias más graves que el propio retraso en el habla en sí, ya que nuestros hijos pueden acabar recibiendo un tratamiento innecesario y hasta un diagnóstico equivocado de algún trastorno neurológico, como Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) o incluso Trastorno del Espectro Autista (TEA). Sigue leyendo

Intervención temprana: ¿Qué tiene de malo?

Artículo original publicado el 1 de septiembre de 2011 por Dorothy Bishop,
Catedrática de Neuropsicología del Desarrollo en la Universidad de Oxford (Reino Unido)
e investigadora especializada en trastornos infantiles de la comunicación y
Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)

dorothy-bishopSi un niño tiene problemas en el lenguaje, ¿cuál sería la mejor edad para intervenir? ¿A los 18 meses, cuando está en los inicios de la adquisición del lenguaje, o a los 5 años, cuando está en el colegio? Sigue leyendo

Mis 12 mejores consejos sobre el diagnóstico psiquiátrico

Artículo original publicado en Huffington Post el 17 de agosto de 2013
por el Dr. Allen Frances, Catedrático Emérito de la
Universidad de Duke y miembro del consejo redactor de la 4ª edición del
Manual Diagnóstico y Estadísico de las Enfermedades Mentales (DSM-IV)

allen-francesYa nos encontrábamos frente a una crisis en el diagnóstico psiquiátrico antes de la redacción de la 5ª edición del Manual Diagnóstico y Estadísico de las Enfermedades Mentales (DSM-5). Un signo inequívoco de los excesos es que el 25% de nosotros cumplimos los requisitos de un trastorno mental y que el 20% toma medicación psiquiátrica. A menos que se revise, el DSM-5 abrirá las compuertas y convertirá la actual inflación diagnóstica en una futura hiperinflación.

A continuación enumero mis 12 mejores consejos para asegurarnos de obtener un diagnóstico exacto y seguro.

1. Cuanto menos grave sea la presentación, más difícil será diagnosticar. No hay líneas brillantes que señalen la altamente poblada frontera entre el trastorno mental y la normalidad. Los problemas más leves a menudo se resuelven espontáneamente con el tiempo y sin necesidad de un diagnóstico o tratamiento. Sigue leyendo

10 cosas que puedes hacer en vez de aceptar un diagnóstico de TEA o TDAH (y mejores que la atención temprana)

10 cosas que podemos hacer en vez de aceptar un diagnostico de TEA o TDAH

Detrás de un diagnóstico o sospecha de autismo (TEA) o hiperactividad (TDAH) en niños de 2 y 3 años, se encuentra la mayoría de las veces un niño inmaduro o con un desarrollo madurativo lento. Las causas de esta inmadurez pueden ser muy variadas, desde las estrictamente genéticas y hormonales, como unos altos niveles de testosterona prenatal (que retrasan el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales), hasta las más subjetivas, como ser de los más pequeños de la clase. En estos casos, lo único que necesitan nuestros hijos es tiempo. Eso sí, tampoco pretendamos ponerlos delante de la tele y echarnos a dormir mientras ellos maduran solos. Aquí tenemos 10 cosas que puedes hacer como padre o madre para favorecer el desarrollo de tu hijo y desterrar la alargada sombra del TEA y TDAH para siempre de vuestras vidas: Sigue leyendo